Essalud deja desamparados a asegurados

Essalud deja desamparados a asegurados

El 24 de septiembre, en el portal web del Seguro Social de Salud (Essalud). Se publicó un comunicado donde informaba el cierre de un importante centro de atención médica en Magdalena del Mar.

Semanas antes, corrían los rumores de la clausura de la única Unidad Básica de Atención Primaria (UBAP) de Magdalena. Despertando la preocupación entre los residentes de la zona. Cuando se hizo oficial la decisión en las páginas web de Essalud. Los asegurados indignados se organizaron y convocaron a un plantón frente al local, ubicado en la cuadra 34 de la avenida Brasil.

Un número considerable de personas se reunieron el viernes pasado a horas de la mañana. Con el objetivo de sorprender a los directivos en su hora de entrada.

El alcalde del distrito, Carlomagno Chacón, se unió a la protesta para demostrar su apoyo a los magdalenenses. Sin embargo, dicha acción fue cuestionada. Con las elecciones municipales a la vuelta de la esquina. La opinión pública lo calificó de populista y oportunista por aprovecharse de la situación para hacer propaganda electoral.

Aunque lograron llamar la atención de algunos medios de comunicación, no se llegó a nada concreto. Como último recurso, los protestantes colocaron sus carteles en la fachada del policlínico Essalud. Para que el mensaje opositor siguiera vigente hasta el 30 de septiembre, último día en el que se atenderán las citas y casos de urgencia.

Poco podrían hacer ante la legalidad del asunto. En el contrato firmado entre el Estado y la clínica Pro-Vida –dueña del inmueble- estipulaba un tiempo determinado de servicios. Desde 2010, esta empresa privada se convirtió en un IPRESS (Instituto Prestador de Servicio de Salud). Con la finalidad de ampliar la oferta asistencial de primer nivel de atención de la Red Asistencial Rebagliati Essalud. Para mantener su vigencia y calidad que se ofrecía en los términos pactados, se renovaba cada dos años. Todo parecía en orden, hasta que se supo que el dueño vendió el terreno a una inmobiliaria, por ende, se dio por terminada las operaciones.

Los días posteriores al primer plantón, se veía a adultos mayores acercarse para informarse sobre el futuro del centro médico. En la pared se colgó un afiche informativo en el cual se especificaba instrucciones a seguir. En 2010, antes de la inauguración de la UBAP. Los asegurados de San Miguel, Magdalena y Pueblo Libre se atendían en el policlínico Pablo Bermúdez en el distrito de Jesús María. Hoy, después de 11 años, los mismos pacientes y los que obtuvieron el aseguramiento en el transcurso del tiempo, volverán a atenderse en aquel establecimiento. El otro policlínico elegido es el Chincha, situado en el Cercado de Lima.

El señor Carlos -de 66 años- comentó a Amazonas Noticias lo grave que le parece esta situación. Sentado sobre su bicicleta, mencionó que él solía usar silla de ruedas para desplazarse de su hogar localizado a cuatro cuadras del policlínico. Cuando tenía programada una terapia física. Ahora, a sabiendas de su reubicación, ve el panorama complicado al saber que tendrá que exponerse al COVID-19 cuando salga de sus límites. Recordemos que Magdalena fue uno de los distritos que supo controlar mejor la ola de contagios. Aunque el número de contagios y muerte se ha reducido considerablemente. Las personas de la tercera edad prefieren resguardarse y evitar cualquier tipo de aglomeración y contacto físico en ambientes de aforos pequeños.

Descentralización del sistema de salud:

En marzo de 2009, el presidente Alan García. Dio por iniciado el proyecto de implementación del sistema de aseguramiento universal en las regiones más pobres del país. Siendo Ayacucho, Apurímac y Huancavelica las primeras en recibirla tras la aprobación de la norma respectiva en el parlamento. Destacó que lo siguiente seria su implementación en otros cinco departamentos para finalmente proseguir con Lima.

También afirmó que para al término de su mandato en 2010, Essalud contaría con 125 unidades básicas de atención correctamente instaladas.

La propuesta surgió con el afán de cubrir las necesidades de servicios médicos de toda la población. Sin exclusión, especialmente para los que no podían acceder a los servicios privados o por el distanciamiento que hay entre los hospitales multitudinarios y la zona rurales.

El 15 de octubre de 2010, García Pérez asistió a la inauguración de la UBAP n° 66 en Magdalena, la cual cubriría un importante foco residencial. 33 mil asegurados se beneficiaron, acabando con el déficit y la insatisfacción popular del servicio salubre.

Última oportunidad

El jueves 30 de septiembre es el último día de atención del IPRESS Magdalena. Pasando la fecha, los equipos serán trasladados a otras sedes y el personal dispersado a otros centros de Lima. Las citas médicas y resultados en los expedientes seguirán archivados gracias a la facilidad del internet.

Una nueva concentración se registró en horas de la mañana. Esta vez con pocos asistentes. La Policía cumpliendo con su deber de cuidar la paz urbana, los acompaño en el pequeño recorrido que realizaron –del policlínico hasta el puente de la Javier Prado- y las personas con megáfono en mano, gritaban a viva voz ¡Magdalena no se rinde! Lamentablemente, no recibieron respuesta alguna y se fueron con más preguntas que certezas.

La señora Luz nos contó que vivía a la vuelta de la esquina, con su madre que necesita ser movilizada con andador. El desalojo del local la obligará a hacer un largo recorrido para trasladarse a su nuevo centro de salud -Es injusto, las autoridades no piensan en nosotros, nos gustaría recibir apoyo del alcalde para que no cerrarán el hospital, pero ni él se pronuncia lo suficiente como para recibir un merecido apoyo- añadió con voz enfadada y resignada.

En tanto, más de 10 000 asegurados esperan una pronta contestación a sus problemas ante el peligro de una tercera ola. A pesar de que las vacunaciones avanzan día a día, la costumbre de cuidarse, el aseo y el espacio personal están en peligro por la falta de prevención de nuestro organismo pendiente del sistema de salud nacional.

Ingrid Ruelas