Ex postulantes reclaman devolución a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos

Ex postulantes reclaman devolución a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos

Dirigentes no se pronuncian con respecto al dinero que jóvenes pagaron para rendir el examen de admisión

Hay un silencio administrativo que causa desconcierto en la Oficina Central de Admisión (OCA). A pesar de haber realizado los trámites solicitados, no hay respuestas concretas para los que alguna vez añoraron con estudiar en la decana de América. Mientras la crisis económica se agrava, el monto de S/.570 abonado para la inscripción sería de gran ayuda para las familias que no recibieron el bono gubernamental.

En 2020, el examen de admisión estuvo programado para el 14 y 15 de marzo, siendo esta última fecha, el día que el gobierno, mediante un decreto de urgencia, declaró el estado de emergencia e implementó cuarentena estricta. El Ministerio de Salud (MINSA) recomendó al rectorado postergar el inicio de clases, incluyendo el proceso de selección. La Asamblea Universitaria avaló la propuesta, salvaguardar dando la salud de los estudiantes y postulantes.

Al principio, se pensaba que el fin del confinamiento social era cuestión de días. Sin embargo, la cifra de fallecidos por COVID-19 aumentó, al igual que los contagios. Por ende, toda actividad educativa fue afectada. Las casas de estudios no estaban preparadas para un acontecimiento como este.

El futuro de los estudiantes era incierto, especialmente para los recién graduados que se estuvieron preparando. Se rumoreaba que la modalidad se volvería virtual, al igual que los exámenes. Hasta que, en junio, la OCA envió un correo a los usuarios pendientes, donde explicaba las medidas a tomar.

Se presentaban dos opciones, las de rendir el examen de manera virtual o presencial, resultando ganadora la segunda. A pesar de haber sido elegida, se atrasaría con los meses. Finalmente, se optó con emplear la virtualidad porque estábamos en pleno pico de la primera ola de contagios. Aquello llevó al descontento a los jóvenes que no contaban con los equipos, ni la conexión de internet necesaria para poder acceder a las plataformas.

Por ello, algunos postulantes decidieron pedir el reembolso de la cuota pagada. La OCA, en una entrevista con EL Comercio, manifestó que “estaban en su derecho” y a pesar de ello, no perderían el cupo, sino lo reservarían cuando el modo presencial sea ameritado. 

La administración dispuso enviar los correos correspondientes –más tarde se revelaría que no a todos les llego- para que iniciaran el debido proceso. Po ley, es imprescindible la rápida solución al problema. No obstante, un gran porcentaje de adeudados siguen sin obtener su dinero por cuestiones misteriosas hasta ahora.

La universidad no sale a declarar. Publicaciones en sus redes sociales y en la página oficial “amortiguan” y dan esperanzas a los que esperan. Puertas adentro todo es secreto. Si hay complicaciones se debe informar. Algo no está funcionando si es que el problema sigue prevaleciendo.

El descontento creció y más durante el presente año. La mala organización juega en contra de la popularidad histórica de la San Marcos. ¿Qué hacen con el dinero? ¿Por qué tanto atraso? Son cuestiones que rondan entre los pensamientos de los ex postulantes. En ciertos casos, decidieron dimitir a su objetivo y enfocarse a estudiar en otras universidades, públicas o privadas.

Antes de que termine el año, estos jóvenes, ahora agrupados buscan la pronta solución a sus problemas que llevan cargando hace ya bastante tiempo. Si no hay motivos ocultos detrás de las redes de poder universitaria, no habría motivo por el cual la burocracia no sea ineficiente. Se debe entender que en la coyuntura que vivimos, todo aporte económico cuenta. A la universidad le pesa estos problemas pues desmeritan mucho su rendimiento. Así que, está en la obligación de solucionar los problemas.

Ingrid Ruelas